Hablemos de Depresión

07 DE ABRIL DE 2017

Día Mundial de la Salud 2017
El objetivo general de esta campaña anual que inició el 10 de octubre de 2016 (Día Mundial de la Salud Mental) es que un número cada vez mayor de personas con depresión, en todos los países, pida y obtenga ayuda.

En este sentido, la Organización Mundial de la Salud enfocó los esfuerzos en la importancia de hablar de la depresión como componente vital de la curación. La estigmatización de las enfermedades mentales, incluida la depresión, sigue siendo un obstáculo para que las personas de todo el mundo pidan ayuda. Hablar de la depresión, bien con un familiar, amigo o profesional médico, bien en contextos más amplios (como la escuela, el lugar de trabajo y los entornos sociales) o en el ámbito público (medios de comunicación, blogs o redes sociales).

La depresión es una enfermedad frecuente en todo el mundo, y se calcula que afecta a más de 300 millones de personas. La depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana. Puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración e intensidad moderada a grave, y puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos puede llevar al suicidio.
Cada año se suicidan cerca de 800 000 personas, y el suicidio es la segunda causa de muerte en el grupo etario de 15 a 29 años.

La carga mundial de depresión y de otros trastornos mentales está en aumento. En una resolución de la Asamblea Mundial de la Salud adoptada en mayo de 2013 se abogó por una respuesta integral y coordinada de los países al problema de los trastornos mentales.

La depresión también tiene consecuencias económicas que pueden repercutir en las corporaciones como perdidas de productividad, bajas por enfermedad y jubilación anticipada.

En este sentido, la OMS insta a todos a ser voceros de tan importante tema como es la Depresión bien sea desde nuestros hogares o nuestras empresas.

Fuente: Organización Mundial de la Salud